Imagina que la institución educativa que diriges ha sido nombrada la número uno a nivel mundial por tener el mejor sistema educativo; que los alumnos que terminan su educación básica a los 15 años se desempeñan de forma notable por saber poner en práctica teorías y habilidades de razonamiento para resolver problemas. Y si aún quisieras ver el alcance de tu escuela en el largo plazo, los alumnos que has formado en tus aulas, ahora al ser parte del mercado laboral se distinguen por lo que aportan a las empresas y a las organizaciones; generando una economía sólida basada en el conocimiento.
Siendo tu institución educativa la mejor del mundo, ¿invitarías a la gente a que conozca sobre qué es lo que estás haciendo o la mantendrías cerrada para guardar como un “secreto” eso que haces de forma extraordinaria con tus alumnos y docentes?
Finlandia, destacándose por su sistema educativo, tiene más que abiertas todas las puertas para quien quiera conocer sobre lo que están haciendo en las aulas y en los distintos espacios de aprendizaje. Con esta inquietud e interés de conocer más sobre el sistema educativo, fue como me puse en contancto con Learning Scoop. Learning Scoop es una empresa finlandesa dedicada a dar capacitación a maestros y a organizar visitas guiadas a las escuelas de distintos niveles educativos.
Había ido por primera vez a Finlandia en septiembre de 2018 para asistir al evento de Dare to Learn. Ese año aprendí sobre la posibilidad de visitar escuelas. En aquel momento por tiempo ya no fue posible hacerlo, sin embargo retomé el encontrar con quien hacerlo al siguiente año.
A través de un foro en Facebook, Ellimaija Ahonen, CEO de Learning Scoop se puso en contacto conmigo. Después de varios correos y poder yo decirle qué fechas estaría en Finlandia en septiembre de 2019, ella me invitó a participar en un día donde pudiera conocer sobre la base del sistema educativo finlandés y visitar una escuela.
Fue una muy grata casualidad que el día que Ellimaija me había invitado a participar era el día de mi cumpleaños. Debía estar el lunes 16 de septiembre a las 8:00 am lista en lo que sería el punto de encuentro, el hotel Lapland Hotels, en la ciudad de Tampere, la segunda ciudad más grande de Finlandia.
Ese día nos recibió Elena Chukhlantseva, experta en Educación de la Primera Infancia. En el grupo, también estuvieron dos maestras que venían de Carolina del Norte de Estados Unidos para tener esta experiencia, Maria Hedinger y Kelly Smith de la Escuela Providence Day. Algo interesante, fue saber que al siguiente día también irían maestras de México y que también eran de la ciudad de donde yo vivo que es Pachuca, Hidalgo. Yo ya no las vería, hasta el evento de Dare to Learn.
Al reunirnos en el hotel, una camioneta pasó por nosotras para ir hacia la escuela. Elena nos había compartido el itinerario, donde habría momentos de ver teoría y después lo veríamos en la práctica al estar en la escuela.
Cuando llegamos a la primaria, observamos que los alumnos simplemente estaban siendo niños jugando, sin existir muchas personas a su alrededor para “cuidarlos”. También, que la escuela simplemente estaba “abierta”, no había algo que delimitara al colegio de la calle. Los niños llegaban caminando, solos. En ningún momento fue ver muchos papás como lo es en México a la hora de la entrada y la salida. Esto habla de cómo la comunidad y la sociedad ayuda a crear que la escuela también sea ese espacio seguro.
Al entrar a la escuela nos recibió el director, quien de forma atenta nos invitó pasar a la sala de maestros. Si bien, los directores tienen conocimiento de las visitas que habrán, las clases se llevan como un día regular. No hay algo que los maestros preparen para las visitas, simplemente es otro día más en la escuela.
Elena nos dio una introducción sobre Finlandia y aspectos generales del país, como el idioma que se distingue de otros de la región. Así, ella continuó para presentar las bases del sistema educativo del país; en lo que está basado y cómo toda persona tiene la posibilidad de estudiar sin importar la situación económica en la que se encuentren. La calidad educativa es la misma en cualquier escuela del país. La infraestructura puede ser diferente, salones con arquitectura moderna o salones pequeños, pero la esencia, lo que sucede en el salón de clases, es la misma.
Ciertamente esto es posible al garantizar que la misma educación del docente sea la mejor, pues sus estudios de licenciatura y maestrías son los que le permiten tomar las decisiones apropiadas para su salón de clases y para sus alumnos. En Finlandia los maestros no son supervisados, la confianza en su trabajo y en su persona es suficiente para dejarlos realizar sus clases. Es esta misma confianza la que se comparte entre maestros y entre el director.
Los maestros saben que ellos “enseñan para la vida no para PISA”; bajo esta premisa de que ellos enseñan a sus alumnos para la vida y no para un examen, es que las clases, actividades, cursos y seguimiento que se le da a los alumnos, son diseñados.
Todo está centrado en el alumno, en cómo acompañarlo y que siempre tiene un sistema para apoyarlo. No es que en Finlandia no haya tareas, sí hay tareas y van asignadas de acuerdo con lo que cada alumno necesita. Es así que a través de los años, este acompañamiento busca garantizar la permanencia en el sistema educativo y que al concluir los estudios las personas puedan desempeñarse en una vida profesional y personal.
Si bien se puede ir describiendo a detalle lo que conforma al sistema educativo de Finlandia, para mí la parte más relevante fue ver cómo esas palabras de “la educación es lo más importante” se traducían en acciones y cómo las personas entienden por qué lo es y auténticamente hacen algo, desde maestros hasta la misma población. ¿Qué pasa si los alumnos dejan de estudiar? ¿Qué pasa si alguien no puede encontrar o crear un trabajo en el futuro? ¿Cómo podemos hoy ayudarlos aprender a aprender y que tengan las competencias necesarias para un futuro que nosotros no sabemos cómo será?
Parte de lo que hizo esto una gran experiencia, fue la posibilidad de interactuar con los alumnos y las maestras. Ellas nos recibieron en sus salones y también contestaron diversas preguntas que íbamos teniendo al respecto, sobre sus clases, su forma de trabajar y el sistema educativo.
Disfruté el poder jugar con los niños un rato y te das cuenta que un niño es el mismo aquí y en otro lado del mundo, solo nos debemos cuestionar ¿qué es lo que estamos haciendo para que ambos tengan las mejores posibilidades y oportunidades para su desarrollo?
Aunque solo estuve un día, me llevo no solo los gratos recuerdos, pero valiosos aprendizajes que me encantará poder seguir compartiendo y a su vez invitar a docentes, directores, padres o cualquier persona que esté interesada en la educación a que puedan vivir esta experiencia. Finalmente, no hay ningún secreto y los finlandeses quieren seguir compartiendo con el mundo su exitoso sistema educativo.
Ellimaija, Elena y equipo de Learning Scoop, no tengo las palabras para agradecerles esta gran labor que hacen. El tener esta experiencia en Finlandia y especialmente con ustedes, permite el replantearse qué más podemos hacer como sociedad y juntos verdaderamente transformar el lugar en donde estamos a través de la educación.
WRITTEN BY
Ximena Durán
1 Comment
Elsa · junio 5, 2021 at 12:00 am
Super interesante el articulo!!!